sábado, 1 de febrero de 2014

FUNCIONARIOS CORRUPTOS

TIPOLOGÍA DE LOS JEFES

Eal autócrata
El estricto
El semidios
El camaleón
El chulo o gallinazo
El montañista
El demócrata
El paternalista
El iluminado
El egocentrico
El lobo estepario
El permisivo
El directivo
El indiferente
El egoista
El cuervo



Nota.  Este es solo un capítulo del libro.
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En este libro el autor pretende ¨encasillar¨ las actitudes y comportamientos individuales de los funcionarios públicos en tipologías que desde el punto de vista de la psicología   moderna inciden  en  las organizaciones.

Se procura analizar el comportamiento de los funcionarios públicos desde el punto de vista laboral, mostrando como  asumen ciertos roles en los puestos de trabajo, que los diferencia de las personas que laboran en el sector privado por la finalidad y naturaleza  de las Instituciones. El propósito es hacer un esfuerzo por presentar algunas de las tipologías que identifican a los funcionarios públicos con sus labores, sin desconocer que también se puedan aplicar  de alguna forma a las demás personas.

A lo largo de la historia los hombres han trabajado en grupo en labores como la caza, la pesca o la recolección de alimentos. El trabajo se realiza bajo la dirección de un jefe.

Las leyes de la evolución han ocasionado la creación y reproducción de las necesidades  sociales.  En todos los grupos se desarrolla una estratificación jerárquica. Las relaciones entre personalidad y mando han sido objeto de múltiples estudios,  considerando que el factor determinante para elegir quien es jefe y quien subordinado se expresa en la competencia para realizar el trabajo. De tales categorías parte el análisis del presente capítulo.


Se denomina Jefe, a toda  aquella persona que ocupe posiciones de mando como: Directores, Gerentes, Administradores, Jefes de División y de Grupo y demás personas que aunque no se mencionan aquí,  tienen funciones de supervisión y control.


1.  La Personalidad

La Administración Pública trata a sus servidores como entes administrativos porque son unidades funcionales,  lo que conlleva a ignorar aspectos que tienen que ver con las relaciones sociales y de la personalidad¨.  Casi siempre las disposiciones administrativas suponen que cada individuo determina racionalmente su conducta mediante el cálculo utilitarista de sus propias conveniencias¨[1].

En el trabajo, la conducta humana está condicionada por la personalidad.

Hay comportamientos positivos, pero también negativos que surgen de la interacción de las personas en las relaciones de trabajo. Conductas que reflejan admiración, respeto, simpatía,  confianza,  amistad,  sinceridad, lealtad, como también aquellas de rechazo, indiferencia, desconfianza, sentimientos de egoísmo, o envidias, generadas por diferencias salariales o posición de cargos;  situaciones que están influenciadas por las relaciones en el seno de las familias.

¨Al discutir la compenetración entre la Administración pública y la cultura advertimos como el estilo de vida de cada pueblo determina las actuaciones de sus administradores en el Gobierno. El ambiente cultural condiciona las actitudes- de paternalismo, autoritarismo, puntualidad(...) el ritmo en las operaciones, la diferenciación jerárquica, las ambiciones, la importancia relativa del ocio y el trabajo, la consideración para con los demás, el individualismo, la sociabilidad, la potencia de los incentivos económicos, los conceptos de prestigio, el simbolismo emocional, en fin todas las fases de las relaciones humanas en el trabajo¨ [2].

1.2.  Situaciones que Generan Conflictos


Los conflictos, según la enciclopedia Larousse, son una oposición de intereses entre dos o más partes, cuya solución se puede buscar mediante medios violentos, bien através de negociaciones o bien por la apelación a una tercera persona.

Los conflictos son inevitables en las organizaciones  y por tal razón no se pueden suprimir, lo importante es procurar reducirlos al máximo, generando un ambiente de tolerancia; pueden ser de diversa índole, pero los que realmente interesa analizar en este capítulo son los individuales, los cuales se pueden clasificar en jerárquicos y personales. Los jerárquicos ponen en juego relaciones del subordinado o del superior y los personales atañen a los individuos, a su forma de ser de actuar de hablar o decidir[3].

En todo conflicto hay un instigador, una víctima y un defensor, no siempre estallan abiertamente afectando las relaciones personales y laborales.

La administración Pública no impone los conflictos de intereses que se presentan en la empresa privada, cuya finalidad es el lucro. Las instituciones del Estado pertenecen a toda la comunidad y es en ellas donde hacen mayor presencia   los privilegios, las represiones y los antagonismos.

A la empresa pública convergen toda clase de personas, desde los que jamás han laborado y se hacen allí, hasta los que ingresan con experiencia. Muchos pugnan por el poder que nunca han tenido, otros procuran pasar inadvertidos y la mayoría busca la estabilidad. La Administración Pública se convierte en un híbrido de personas y personalidades,allí no solo se despliegan impulsos de autoexpresión y necesidades de reconocimiento, sino que se gestan altos ideales de superación y de capacidad creadora.                            

Otros ingredientes que se encuentran en la Administración Pública son la falta de una adecuada comunicación, la carencia de actitudes tolerantes y de moderación de la autoridad, posiciones de no incrementar la eficiencia manteniendo el mínimo de cumplimiento, desarrollar  tareas a medias o dejar las cosas para después.

Todo esto conduce a preguntar. ¿Cuál debe ser la  actitud  que deben tener los jefes  y  los subalternos para hacer más agradable y eficiente el trabajo en las oficinas públicas?.

Para ello se presenta en el transcurso de este capítulo una serie de tipologías que identifican y globalizan  los comportamientos de los protagonistas de la administración pública, sugiriendo algunas soluciones de cambio.


2.   Métodos para analizar la Personalidad

2.1   La Morfopsicología

Es el conocimiento del carácter por los rasgos del rostro y de la mano. Se trata de el paso de un arte empírico a  una ciencia de observación. La Morfopsicología data de la antigüedad practicada por los Hindúes Chinos y griegos.


Aristóteles en su Gran Tratado señala: ¨El carácter no es independiente de la constitución física. Está condicionado por el estado de nuestro cuerpo, como por otro lado, el cuerpo está influenciado por las emociones del alma.  Los que conocen bien a los animales juzgan también su carácter por su  apariencia  física [4].


La unidad del organismo se objetiviza mediante relación estrecha entre la morfología, la fisiología y la psicología. El conocimiento de las relaciones entre los rasgos de la cara  y de el carácter, ha sido considerado como un arte que se fundamenta en la intuición del observador.

La vida obedece a un doble movimiento: un movimiento de dilatación y otro de conservación; lo que permite analizar la personalidad de cualquier ser humano.
Según este método[5] :

La Dilatación-Expansión. Se caracteriza por su adaptabilidad al medio, una exteriorización de las tendencias intuitivas y afectivas, sociabilidad, humor alegre,  necesidad de estar en grupos,  inteligen
cia adaptada a lo útil y dirigida a realizaciones prácticas.

La Conservación-Retraimiento.   Se manifiesta  de  manera opues
ta,  con una adaptación electiva a un medio privilegiado. Al ser el retraimiento un proceso de defensa, actúa solamente en un medio  que no le conviene.

Mientras que el individuo expansivo es amigo de todo el mundo,  dispersa su actividad en todas direcciones, reacciona de manera impulsiva, es decidido y  tiene una inteligencia sensorial de contacto inmediato,  el retraído tiene solo amigos de elección y si no los tiene prefiere la soledad, se concentra y solo es activo en algunas direcciones, no se resuelve sino una vez haya reflexionado, no confía  en  sus  impresiones  sensoriales  y  es  mas  idealista  reemplazando la realidad por abstracciones, desconfía de sus sentidos y su razón.


El Individuo Expansivo. Se caracteriza por tener una contextura gruesa, piel coloreada y caliente, cara ancha y redonda, boca grande, nariz respingada, ojos grandes y expresión sonriente, con facilidad y abundancia de intercambios.

El Individuo Retraído.  Es de naturaleza delgada, miembros cortos, piel seca y fría y de tinte pálido. El rostro es alargado, estrecho y huesudo, es parsimonioso, selectivo en los intercambios, boca pequeña, nariz estrecha y huesuda, ojos hundidos, de rostro hermético y poco comunicativo.

El Expansivo-Retraído.  Es un intermedio de los dos anteriores, el rostro es rectangular, ojos grandes ligeramente hundidos. Se abre o cierra según la situación.

2.2   La Morfopsicología de la Mano

Organo del tacto y de la presión, que tiene en el ser humano un papel preponderante que lo relaciona con la vida psíquica, siendo mas reveladora que el rostro de los valores de la personalidad, por que se trata de la expresión directa de la naturaleza[6].

Por medio de la mano se establece un contacto afectivo con otras personas. Con tan solo un apretón de manos se pueden percibir sensaciones de cordialidad, lo que se aprecia en aquellas manos calientes y envolventes o como contrapartida aquel apretón de una mano fría y distante de alguien que se niega a establecer una relación afectiva.

La personalidad se clasifica de acuerdo con cuatro temperamentos:


El linfático, el sanguíneo, el bilioso y el nervioso[7].

El Linfático.  Es un expansivo asténico (decaimiento), de mano con textura blanda, pulgar corto y demás dedos amorcillados, piel blanca y líneas sin color. Su tacto es húmedo y frío es decir que su receptividad es pasiva, asimila sin elección como en los bebés, falta de dinamismo, pobreza en los impulsos afectivos y tendencia  a la evasión, es un soñador.

El Sanguíneo.  Expansivo, de mano corta, redonda, suave sin ser blanda, palma musculosa, dedos romos, al contacto es caliente y ligeramente húmeda, es receptivo, inspira dulzura, facilidad de aceptación, dinamismo afectivo y de una inteligencia pragmática.

El Bilioso.  Es retraído, su mano es larga, rectangular, firme, sólida, la palma es cóncava, los dedos nudosos y alargados, caliente y seca, mas activo que receptivo, fuertes pasiones, cierto fanatismo doctrinal, terco y de inteligencia  mas lógica que intuitiva.

El Nervioso.  Es retraído, su mano es larga, estrecha, delgada, de piel fría y seca. Poco dinámico y poco cordial, egoísta, con tendencia a hacer prevalecer la razón sobre los sentidos y las pasiones, de inteligencia mas abstracta que concreta.

2.3.  La Grafología

Significa estudio de la escritura, dicho nombre al parecer fue dado por el abad Michón en 1871, sin embargo desde la antigüedad se observaba esta práctica.

Lavater señala que ¨casi siempre hay una analogía admirable entre el lenguaje,  la conducta y la escritura¨.

Cuando se examina un documento la impresión general corresponde al grado y a la forma de equilibrio del sujeto, donde la inteligencia ocupa un espacio y la personalidad se muestra junto con su  temperamento fisiológico, sus dificultades y su manera de ser.

Los tres géneros gráficos base son[8] : La presión, el ritmo y el movimiento

La presión.  En la escritura expresa el grado de poder virtual del sujeto, la energía y vitalidad, lo mismo que la sensualidad y la necesidad de gozar con los sentidos.

En la escritura espesa, rica y ligera se expresa el poder. En los trazos firmes y blandos la energía y en los trazos nítidos y pastosos la sensualidad.

El ritmo en la escritura.  Expresa la forma de vivir la vida.

La escritura brusca. Corresponde a individuos que son emocionales y se dejan llevar por su entusiasmo. Permeabilidad hacia el mundo exterior, los momentos de intensa actividad son seguidos por descansos,  corresponde  al  tipo  de  individuos nervio
sos.

Escritura Agitada. No se llega al agotamiento, las influencias externas son perturbadoras e importantes, se presenta en aquellas personas que se preocupan por el medio ambiente, el cambio, la soledad, que son un tanto entusiastas. Son personas dinámicas y con gran capacidad para el trabajo. Son del tipo colérico.


Escritura Negligente.  Son la falta de energía, la falta de reacción a estímulos externos, al individuo le falta  vitalidad, trabaja lentamente, deja que el trabajo se haga si es posible por los demás o lo realiza sin apresurarse o como pueda. Son del tipo amorfo (no definible).

Escritura Precipitada.  Impide la eficiencia del sujeto.

Escritura Acompasada.  Pertenece a gente objetiva, lúcida y eficaz, de rápidas reacciones pero tranquilas ante las dificultades, individuos que conservan la sangre fría, de fácil adaptabilidad a las personas como a las cosas.  Son del tipo sanguíneo.

Escritura Ponderada. Caracteriza a personas mas reflexivas que los anteriores, lúcidas eficaces y objetivas. Necesitan prever antes de pasar a la realización.  Son del tipo flemático (lento en acciones).

El Movimiento en la Escritura

Expresa la relación del sujeto con el mundo exterior, porque el movimiento  expresa la forma como se dirige el sujeto hacia los demás y como se comporta. Se clasifica como[9] :

Escritura Aplanada.  Se presenta con frecuencia en los jóvenes, no es una necesidad de los demás sino huir de si mismo.

La Inclinación. De la escritura con inclinación de sesenta grados  se presenta con frecuencia en personas celosas, que se abren a los demás, pero necesitan poseer de un modo exclusivo.

La escritura enderezada o vertical denota necesidad de control de la expresión de los sentimientos por medio de la razón. Es una típica  escritura de individuos cerebrales.

La escritura invertida denota graves problemas psicológicos en el plano de sus sentimientos, interpretación que no se aplica a los zurdos.
La Dimensión.  De la escritura denota en el plano intelectual, deseo de tener confianza en un primer sentimiento.

La escritura pequeña expresa la modestia, la timidez, el hermetismo,  necesidad de reflexión.


La Proporción de la Escritura.  El sujeto es poco excitable, si hay desproporción el sujeto esta perturbado. La proporción o desproporción expresa la emotividad del sentimiento.

En la escritura desproporcionada se manifiesta una emotividad que domina el sentimiento (impulsos instintivos). Laescritura proporciona
da expresa dominación del sentimiento.

En la escritura la impulsividad da lugar a movimientos espontáneos. Lo que es control produce moderación.

Según Pulver, todo movimiento espontáneo hacia la derecha es representativo de impulsividad natural que concuerda con el deseo de comunicarse con el prójimo.



3.  Teorías de la Personalidad

3.1 Teoría de los Rasgos de Cattell

Cattell sostenía que todos los individuos tienen rasgos idénticos, pero en distinto grado por lo tanto no hay dos individuos exactamente iguales. Encontró dieciséis factores de la personalidad que permiten describir a los individuos. ¨La personalidad es lo que determina la conducta en una situación definida y un estado de ánimo definido¨[10] .

3.2. Teoría de los tipos de Eysenck

El sistema de personalidad de Eysenck lo conforman cuatro dimensiones[11] :

Extroversión-Introversión
Neuroticismo-Estabilidad
Psicoticismo-Estabilidad
Inteligencia (dimensión cognoscitiva)

El Extrovertido.  Es sociable, tiene amigos, le gustan las fiestas, necesita tener con quien dialogar, no le gusta leer o estudiar solo, le encanta la excitación,  se arriesga guiado por estímulos momentáne
os, es impulsivo.  Le agradan las bromas, le gusta el cambio, es descuidado, optimista, le gusta estar contento, estar en movimiento, tiende a ser agresivo, pierde la calma con facilidad y no siempre es persona confiable.


El Introvertido.  Es una persona tranquila, introspectiva, es poco sociable y buen lector, reservado y distante excepto con amigos íntimos, planea el futuro, desconfía de impulsos momentáneos, toma los asuntos de la vida con seriedad, lleva una vida ordenada, controla sus sentimientos, no es agresivo ni pierde el control. Es confiable aunque pesimista dando gran valor a las normas éticas.

El Neurotismo. Sinónimo de inestabilidad emocional, propenso a preocupaciones y ansiedades, fácilmente perturbables.

Psicóticos. Se les considera altos en neuroticismo y extroversión.
las reacciones histéricas ocurren en situaciones de tensión.

3.3.  La Procrastinación
Del inglés procrastination: Manía de postergar las cosas para más adelante, demorarse.

Los Perfeccionistas.  Son un ejemplo de procrastinadores porque son personas que desean hacer todo lo mejor posible y cuando se enfrentan a tareas  ¨ imposibles ¨ quedan sometidos a presiones[12].

El Auto-Engaño

Se consideran tan capaces que  no tienen manera  de  demostrarlo.


Tienen  de ante  mano  una  disculpa.   Nunca  fracasan porque  sen
cillamente  no se comprometen, pueden seguir engañándose así mismos argumentando que hubieren podido hacer grandes cosas  si lo  hubieren deseado. Su reputación se atenúa, y pierden toda credibilidad y su comportamiento es considerado inmaduro.

3.4.  Teoría de Alfred Adler  (1870-1937)

Según el médico nacido en Viena cuando las relaciones interpersonales interfieren con el trabajo, la cohesión o grado de acercamiento de un grupo puede provocar un declive en la producción.  Adler sostenía  que buena parte de lo que somos es un producto de la sociedad.

El sentimiento de inferioridad indiferente de su orígenes un sentimiento natural.  Decía Adler ¨Ser hombre es sentirse inferior¨. Pero si ese sentimiento se instala en el psiquismo de manera permanente, lo que hace imposible toda empresa que se emprenda, convenciendo a quien lo porta de lo inútil de hacer cualquier intento de éxito condenándolo a fracasos permanentes(...) ese sentimiento de inferioridad está en alguno casos compensado con sentimientos de superioridad que se refleja en la actitud y opinión de los individuos, persuadido de su propio valor y de sus capacidades superiores. Puede mostrarse en exigencias desmedidas hacia si mismo y hacia los demás por la vanidad, la coquetería, por una desviación de la actitud sexual demasiado masculina en la mujer, demasiado femenina en el hombre[13].

¨Es en la amistad donde la relación interpersonal encuentra su más noble expresión, al ser algo deseado conscientemente. No se escoge la familia, pero se escogen los amigos¨.                                                                                                   
                                                                         Cicerón.


La lógica, el amor, el sentido estético, la cooperación, el lenguaje, los sentimientos humanitarios, son el producto de la vida humana colectiva.

En un grupo de trabajo, el jefe recibe esa investidura de la organización para la cual trabaja, de esta situación se derivan ciertos comportamientos de el jefe con los subalternos y de estos a su vez con respecto al jefe.  De esa estrecha relación surgen los estilos de mando.

Se ha repetido con frecuencia que el hombre es un lobo para el hombre; pero es necesario añadir que el hombre solo no es casi nada. Cuando consigue conjugar sus esfuerzos a los de otros, el rendimiento y la eficacia se duplican. Ello comienza con la familia, equipo ¨natural¨, continúa en la mayor  parte de los puestos de trabajo, y se hace indispensable desde que la técnica se hace temiblemente precisa[14].


3.5. Teoría de William Sheldon (1898-1977)

El médico y psicólogo estadounidense sostenía que las personas  con determinado tipo biológico tienden a desarrollar determinado tipo de personalidad. Según Sheldon los seres humanos están genéticamente dotados de características físicas determinantes de las actividades en las que sobresalían. Descubrió que podía clasificar los cuerpos en tres componentes físicos[15] : endomorfia, mesomorfia y ectomorfia.   Identificó tres tipos de correlación de la personalidad: viscerotonía, somatotonía y cerebrotonía. Y luego lo relacionó cuerpos con personalidades encontrando correlaciones moderadas entre los dos.

La Vicerotonía. Corresponde a personas sociables, glotones, de temperamento estable y que les encanta la comodidad.


Somatotonía.   Son aquellas  personas  dogmáticas,  activas,  direc
tas, agresivas, y dominantes.

Cerebrotonía. Individuos, reservados, inhibidos, recatados y temerosos.

Aunque su teoría no tenga las fortalezas suficientes porque no tiene en cuenta los cambios y desarrollo de los individuos ni la influencia del entorno, sirve  para tipificar a algunos jefes  y subordinados  en las entidades del Estado como veremos mas adelante.

4.  Definición de Tipología

Según la Real Academia de la Lengua , es una ciencia que estudia los diversos tipos de la morfología del hombre en relación con sus funciones vegetativas y psíquicas.

4.1 Tipología del Funcionario Español del siglo XVIII

 Para la  tipología del funcionario español:

La imagen usual suele ser la del oidor orgulloso y envanecido, pronto a maltratar de palabra o de obra a los naturales del país. La fórmula consagrada de los levantamientos del siglo XVIII. ¨Viva el rey, muera el mal gobierno¨, debía apuntar a los funcionarios de la Audiencia, encerrados en su tribunal y sin ningún contacto con los clamores y las necesidades de los


súbditos. Oscuro tribunal y oscuros asuntos los que se decidían en él. La pintura usual de oidores y escríbanos de cámara los describe con desprecio, como rábulas y  hombres dados a procedimientos administrativos tenebrosos capaces de liar a un súbdito y reducirlo a un oscuro calabozo de Cartagena por el sólo hecho de impetrar justicia[16].

Los funcionarios estaban limitados por funciones concretas en un medio que les era hostil.

Las Audiencias, Escribanías y Cajas Reales se encargaban de las finanzas, la administración y la justicia.  La finalidad mas importante de las instituciones  se fundaba en la defensa de los intereses reales.


4.2  Tipologías de los Funcionarios Públicos

Tipificar al funcionario público, requiere de un esfuerzo tendiente a agrupar ciertas actitudes que se presentan con mas regularidad en aquellas personas que ocupan una posición de mando y de aquella  gran mayoría que está subordinada.

Es preciso aclarar que los ejemplos de tipología que aquí se van a presentar obedecen en parte  a criterios del autor de denominar y categorizar las actitudes de los funcionarios públicos, que está sustentado en la psicología moderna de la cual se habló  brevemente en este capítulo.
4.2.1. Tipología de los Jefes

El Autócrata


Dirige, manda de tal forma que nadie olvida quien es el verdadero jefe, utiliza su autoridad como si fuera un látigo, exige obediencia incondicional de sus subordinados y actúa como una especie de tirano[17].

Es el tipo de personaje que cree que sus subalternos no tienen otra que hacer sino lo que él diga, confía en sus capacidades para obligar a la obediencia, impone su voluntad, manipula y limita la acción de sus subordinados implementando reglas de estricto cumplimiento. Utiliza métodos coactivos por medio de sanciones.  El autócrata se clasifica en: estricto, benevolente e incompetente.

Estricto.
Aquel jefe que no delega su autoridad.  Severo pero justo, es Impersonal, realista, conservador,  se rodea de ¨viejos y fieles servidores¨ a los que concede pocos testimonios de satisfacción. El autócrata puede llegar a ser benevolente y se siente responsable de sus subordinados, actúa ¨por su bien¨ y al mismo tiempo espera manifestaciones de agradecimiento. El autócrata Incompetente, es una persona inmadura que carece de las capacidades para mandar. Refugiado en su poder, humilla a sus subordinados, y es celoso de las personas capaces,  es un débil que compensa  sus sentimientos de inferioridad, con comportamientos impulsivos y contradictorios[18].

El  autócrata se asimila  a individuos biliosos. Pero a pesar de el descontento, inconformismo y mala voluntad que genera en el grupo a menudo es capaz de lograr notables resultados en las organizaciones. ¨Sin embargo hay testimonios crecientes que este rendimiento no es tan elevado como pudiera ser utilizando medios menos autoritarios[19]. Por lo tanto la eficacia de jefes de tal naturaleza es limitada.


El Egocéntrico.

 Jefe que se considera el centro de atención y tienen una exagerada exaltación de su propia personalidad, se preocupa por la calidad de trabajo que realiza, poniendo énfasis en el cumplimiento.  Su atención se dirige al logro y la competencia. Es posible que llegue a ser ascendido pero es muy difícil que llegue a la cúspide.

El Egoísta.


Se preocupa por obtener ventajas personales, aprovechando al máximo su posición. Es de esa clase de individuos que recurren a utilizar las posibilidades que le brinda el cargo para ampliar su desarrollo personal olvidándose de brindar la oportunidad a sus subalternos. Jefe que obtiene ascensos, becas y demás beneficios no precisamente por sus capacidades sino porque tiene excelentes relaciones con personas influyentes en la institución  que le facilitan el camino hacia la cúspide. Actúa sin miramientos hacia sus colegas en su afán de progresar[20].

Tiene la posibilidad de estar al tanto de todos los acontecimientos, porque toda la información  que llega pasa por sus manos. En oportunidades entera, sobre el tiempo, al personal, de las oportunidades de capacitación  que brinda la entidad.



El ¨Chulo o Gallinazo¨
A esta denominación corresponde aquel Jefe que se pasa deambulando inesperadamente de un lado para otro, con la obsesión de vigilar al personal, presionando para que trabaje. Si por alguna circunstancia encuentra algún funcionario en una labor distinta, le ¨cae encima¨ para recriminarlo,  someterlo y hacerle notar quien tiene la autoridad. Si no puede hacer la ¨inspección¨ personalmente, envía a un ¨emisario¨ de su entera confianza para que lo tenga al tanto de lo que ocurre en las dependencias, dando toda credibilidad a lo que dicha persona le manifieste sobre sus subordinados. No reconoce el valor de un buen funcionario, jamás  se lo hace saber, al contrario si tiene la oportunidad le  manifiesta que el trabajo que realiza es deficiente,

sin embargo no permite su salida hacia otra dependencia,  porque sabe que es de gran utilidad, por lo que le exige un alto rendimiento que no va  a ser reconocido.

A éste tipo de personaje le encanta mandar, suele ser injusto otorgando beneficios a quienes no lo merecen e instigando a los buenos funcionarios que no le hacen la venia por no estar de acuerdo con su proceder,  su obsesión es tan grande por el poder, si lo pierde se desmotiva a tal punto que en ocasiones prefiere renunciar a la institución.
Se asimila mucho al individuo expansivo-retraido. Laboralmente puede obtener buenos logros para la organización a la que pertenece,  pero sacrifica el factor humano, su ¨eslogan¨ dice ser de ¨una oficina abierta¨.  Sin embargo los funcionarios trabajan con temor a las represalias y se pierde el sentido creativo.

Requiere de cursos de relaciones humanas.

El iluminado

Es el jefe que ha llegado por accidente a ese cargo. Podría decirse que por cuestiones de oportunidad.  Llega a ocupar un alto cargo de manera prematura,  gracias a sus buenas relaciones personales con  funcionarios influyentes ubicados en altas posiciones, que le facilitan el camino hacia la cima. Su carrera es meteórica.  La característica de este personaje es la falta de experiencia. Como ha sido promovido  sin mayores dificultades,   puede correr el riesgo de caer, su falta de recorrido lo puede llevar a ser injusto e intolerante y su ego esta tan elevado que puede llenarse de vanidad y soberbia.

Se trata de una persona extrovertida, en algunos casos egoísta  que aspira  ser el mejor manipulando e intrigando, como funcionario no es de los mejores.  Puede decirse que se trata de

un ejecutivo mediocre, que ante las directivas tiene gran respaldo y credibilidad.

La eficiencia  de  este personaje depende de el interés que  tenga en asimilar las responsabilidades del cargo y prepararse conscientemente, de tal manera que si no ha evolucionado positivamente en su desarrollo personal y profesional, pueden dar al traste con las entidades o dependencias que llegue a presidir.

El Camaleón


Jefe que cambia fácilmente de opinión, de temperamento variable e impredecible, se protege en el ¨caparazón ¨de su autoridad.  Se trata de un personaje laborioso, incansable a la hora de  cumplir con su misión.  El trabajo ocupa todo su tiempo y tiene un lugar tan preponderante en su vida, que incluso llega a sacrificar hasta su propia familia en aras de la dedicación  y cumplimiento de sus deberes.  Infatigable, exige que los demás también lo sean. Su amor al trabajo lo lleva incluso al egoísmo  de no dedicar tiempo ni  así mismo. Llegan a la oficina temprano y se van a altas horas de la noche . Su  eslogan es ¨El tiempo es poco para lo que hay que hacer¨.

Se constituye en una ¨pesadilla ¨para sus subalternos por el nivel de exigencia que impone, y el desmedido perfeccionamiento con que quiere que las cosas se hagan. Presiona para que las cosas se realicen ágilmente y con gran calidad. No soporta la lentitud y por lo general es impulsivo llegando en oportunidades a ser ofensivo.  Su temperamento es variable y así como llega a extremos de histeria también tiene momentos de euforia. No es rencoroso, se arrepiente en algunas oportunidades de su conducta pero no lo manifiesta, se justifica frente a los demás.

Es consciente de que en determinadas momentos exagera su comportamiento, tornándose humillante; pero también puede llegar a ser sensible. Mantiene a sus subalternos en constante sobresalto. Procura tener un ¨séquito¨ que obedezca sus

instrucciones sin contravenirlas.  Se parcializa y trata de hacer sentir inferiores a sus subordinados, recordándoles que el camino del triunfo es arduo y tortuoso para llegar a la cima, lo que implica esfuerzo y consagración. Se coloca como modelo de aquellas personas que se han hecho en la empresa. Pregona su sentido de la ética y la moral a los ¨cuatro vientos¨, se considera incorruptible y de conducta intachable,  le gusta que lo admiren.

Se trata de un personaje que le permite a la administración pública mejorar su imagen y prestigio como entidad, alcanzando notables cambios y significativos resultados, pero, olvidando lo mas importante: el factor humano.  Instiga y al mismo tiempo quiere ser generoso,  crea un ambiente tenso del cual se quiere huir. Del tipo neurótico, propenso a preocupaciones y ansiedades.

Para que sus logros sean válidos, requiere de cursos intensivos de relaciones humanas para  bajar su ego.

El Cuervo

Jefe que como dice  la jerga popular ¨ se la pasa metido¨ en la oficina del superior; ¨ como cuervo en maizal ¨.  Finge ser agradable, y en algunas oportunidades lo consigue. Procura ganarse la confianza . Es  incondicional con quien  le reporte algún beneficio. Ante los subalternos su actitud es poco considerada. Ansioso de poder, pero lo sabe disimular. Espera suceder al  jefe inmediato e incluso llegar más alto.  Del tipo psicótico.

Laboralmente puede entregar resultados, sin embargo, aunque no sean tan importantes los hace realzar. Es un buen funcionario;  pero, en cualquier  momento se puede tropezar con  ¨una piedra en el camino¨ y hasta ahí llega su pretensión de alcanzar  la cima, teniéndose que conformar con lo que haya logrado. Es persistente .

Una forma de mejorar es dejar a un lado el deseo de  poder, y esperar pacientemente su oportunidad. Cuenta con capacidades que puede utilizar mejor,  apartándose de egoísmos y  tendiendo a ser más productivo.

El Semi ¨Dios¨


El jefe que se considera infalible, que nunca se equivoca, la experiencia está en él y en el mundo no hay nadie quien lo supere. Es un sabelotodo, se considera ¨una Biblia¨. ¨Es el ejemplo a  seguir por los demás¨. Su ego está tan elevado que no se da cuenta de sus errores.  Es un perfeccionista ( una especie de procrastinador), le encanta que lo alaben y lo pongan en un pedestal, que todo el mundo se incline ante él y lo admire.  Cree que todo lo que dice es soluciona problemas que ¨nadie¨ resolvería mejor.

Se deposita gran confianza en sus actuaciones, lo que alimenta su ego. Persona notable por su capacidad y formación intelectual. Cuenta con el respaldo incondicional de sus superiores para la toma de decisiones. Humilla, somete y maltrata; al mismo tiempo, aparenta ser gentil ante quien ¨debe¨ serlo. Persona psicótica, egocéntrica.

Excelentes para alcanzar resultados institucionales y personales; pero que, para la psicología moderna, carece de sentido porque no hay la  armonía que conduzca al verdadero camino del éxito.

Lo que se puede hacer por éstos personajes para que puedan cambiar de actitud, son cursos intensivos de relaciones humanas. Tal vez pueda sensibilizarlos.

El Demócrata

No hace ostentación de su autoridad, anima al grupo, haciéndolo mas participativo; conducente a la ejecución de una buena labor. Estima a sus subordinados; es respetado. Por lo general logra estimular a las personas para que desarrollen los mayores y más inteligentes esfuerzos de que pueden llegar a ser capaces.

Cuando un jefe demócrata experimenta disgustos, por lo general, es pasajero.   Se constituye en un privilegio trabajar con él. Su acción se basa en la capacidad para propiciar la cooperación voluntaria y la simpatía, orientando y estimulando a sus subordinados para que desarrollen todo su potencial. Es un mediador para resolver conflictos.

Fija metas conjuntamente con los subalternos, haciéndoles conocer sus expectativas y los métodos a utilizar. No vigila ni controla estrechamente el cumplimiento[21].

Este personaje delega autoridad, comprende a sus subordinados a quienes ve como colaboradores, forma equipos y crea las condiciones, permitiendo al grupo ser participativo tanto en la elaboración como ejecución de las decisiones.

Para los psicólogos los jefes demócratas representan menores inconvenientes quienes están bajo su autoridad, es una tipología que conlleva a obtener mayor eficiencia en el trabajo.

El Pseudo Demócrata.

Es aquel jefe que pretende convencer, pero su falta de madurez se lo impide, es un hábil manipulador pretende hacer creer al grupo su autonomía[22].





El Indiferente.

Jefe que deja desprovistos de directrices a sus subordinados. Se encasilla en funciones de representación, tiene una concepción obsoleta de las relaciones públicas. Le da lo mismo que un funcionario competente se vaya.  No lucha por una dinámica de grupo y no respalda ningún tipo de ideas innovadoras.

Temperamental, que aunque conoce de la capacidad de sus subordinados y lo importante que pueden ser para la dependencia, grupo, división u organización a la que pertenecen por su experiencia, no se esfuerza por conservarlos. Considera que cualquier persona lo puede hacer y los movimientos de personal que realiza obedecen más a sus caprichos que a otra cosa. Se desenvuelve fácilmente en cualquier ambiente, es demasiado orgulloso y en contadas oportunidades reconoce las virtudes de los demás, le agrada que exalten sus capacidades de estratega y se esfuerza por parecer agradable a los ojos de los demás.  Busca el camino fácil para resolver  los problemas; se ¨duerme en los papeles a la hora de entregar resultados¨. Este tipo de jefe no se involucra con el personal para conocerlo mejor,  saber de sus problemas y dificultades. Su relación se limita a lo estrictamente laboral. Por lo general es desorganizado en el trabajo


El Permisivo.
Es aquel jefe que deja en libertad a los subalternos para que fijen sus metas y métodos a utilizar para alcanzar las objetivos propuestos. Su función se limita a apoyar a quien le solicita su ayuda, creando un clima adecuado[23].

Este tipo de jefe se adecua más al manejo de subordinados que a su vez tengan la categoría de jefes o coordinadores de alguna

área específica, porque le permite tomar decisiones de acuerdo con su experiencia y capacidades, lo que conduce a que se sienta importante en su cargo y lo realice con la tranquilidad y confianza que se requiere para atender los asuntos de la organización.


El problema que se puede presentar con este tipo de jefe es que los subordinados le tomen excesiva confianza y no respondan a ese voto depositado en ellos, recayendo toda la responsabilidad sobre sus hombros.



El Directivo.
El comportamiento de este jefe se basa en que a diferencia del permisivo, fija las metas y sugiere los métodos que se pueden utilizar, pero no ejerce control, permitiendo que cada quien utilice sus propios métodos y el uso de los resultados para registrar el éxito[24].

El  Paternalista
Este tipo de Jefe es ¨imperturbable¨, no se enoja con facilidad, de nobles  sentimientos, es  expresivo, con  un sentido alto de la responsabilidad. Protege ¨a capa y espada¨ a  sus subordinados.   ¨Dicharachero¨. Inspira confianza es activo y realiza las labores con gran desenvolvimiento, critica positivamente el trabajo de los subordinados. Aconseja y sabe escuchar  los  problemas. Utiliza palabras respetuosas  para dirigirse a  sus subalternos, de   temperamento agradable, complaciente, generoso, dialogador,  procura hacer las cosas bien, menos analítico y más práctico, infunde respeto y admiración por su don de gentes, leal a la institución, de buen humor. Su oficina es de puertas abiertas,  de una gran franqueza y trato agradable.


No es egoísta y brinda la oportunidad para que sus subordinados aporten ideas al grupo, capaz de agradecer y estimular a quien ejerce una labor honesta, sincero aunque en algunas oportunidades  reservado.  Casi nunca se le ve de mal genio y cuando lo está no lo hace extensivo,  se reúne con los subordinados y entabla una buena amistad. Tiene un olfato fino para encontrar errores y corregirlos sin ningún contratiempo, reconoce los méritos de los demás y  lo hace saber.

... Servidor Público  que realiza su función con sencillez y eficiencia, sin hacer sentir a los demás el peso de su autoridad, que sabe que las altas posiciones hoy son y mañana no parecen y que por ello no hay que perder el contacto con el asfalto; que limita el papel a lo estrictamente necesario y que huye, en lo posible, de los viejos trámites que no tienen en la práctica otro sentido que entorpecer la administración y hacerla odiosa a la ciudadanía[25].

Extrovertido  del tipo sanguíneo expansivo. De escritura vertical y  ligeramente inclinada.

Laboralmente productivo y alcanza grandes logros tanto personales como institucionales.  De ese tipo de personas que ha sabido vivir la vida y no  olvida  su calidez y sensibilidad humana.

El Lobo Estepario
Jefe de actitud un tanto seca y cortante, le disgusta de sobremanera el chisme y la novelería, le agrada las cosas concretas,  muy rara vez se le ve una sonrisa.  Habla poco pero se hace entender bien, no anda pendiente de sus subordinados,  bastante observador, rechaza el trabajo mal elaborado, infunde  respeto y admiración,  sociable pero cuando puede esquiva las reuniones. Si es sentimental no lo demuestra, no habla mal de nadie y confía en las capacidades de los subordinados,  no presiona y genera un clima de tranquilidad en las dependencias. Pragmático y analítico. Procura ser objetivo. De oficina abierta. Insta para que cada quien sea responsable de sus actos. De determinaciones firmes y estrictas, espíritu de justicia, leal con la

institución, de una conducta y moral a toda prueba. Confía en la buena fe de las personas. Se asimila al tipo retraído.

Para la entidad o dependencia a que pertenece, es de gran valía y en él se confía.   Eficiente y productivo,  respetado por todos .

El Montañista
Ha escalado paso a paso desde la base hasta la cima, lo que le ha costado innumerables sacrificios y dedicación. Es una persona  con un sentido claro de  justicia. Valora a los funcionarios que siguen sus pasos. Ofrece toda clase de incentivos de desarrollo personal. Busca las mejores condiciones de trabajo y está al tanto de las dificultades que se puedan presentar para resolverlas rápidamente.

Su oficina es abierta y se puede llegar con la confianza de ser escuchado. Es exigente consigo mismo y con los demás, procura que la entidad, división o grupo que maneja se destaque y se compartan los logros. Se percibe un ambiente de optimismo y triunfalismo que trasciende las fronteras hasta llegar a los ciudadanos.

Es el jefe que no se complica la vida y toma decisiones para solucionar los problemas. Tiene mucha confianza en si mismo  y si comete alguna equivocación la corrige sin crear mayores traumatismos. Es un respetuoso de la autoridad y cumple con su deber pero no se deja ¨manosear¨, tiene iniciativa y es capaz de exponer ideas con mucha seguridad y entusiasmo.

Este tipo de jefe se caracteriza por tener un círculo restringido de amistades. Es productivo, de escritura vertical ligeramente inclinada.





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[1] Muñoz Amato, Pedro.  Introducción a la Administración Pública.  Relaciones Humanas y Administración de Personal. 1954, p. 19.
[2] Ibid, p. 30.
[3] Chalvin D., Eyssette F.  Como Resolver los Pequeños Conflictos en el Trabajo. 1992, p.12.
[4] Pélicier, Ives.  Enciclopedia de la Psicología.  Campo, Historia y Método de la Psicología.  tomo I, 1977-1978, p.  467.
[5] Ibid, p. 470.
[6] Ibid, p. 475.
[7] Ibid, p. 477.
[8] Ibid, p. 452
[9] Ibid, p. 456.
[10] Peck, David. Whitlow David.  Enfoques sobre la Teoría de la Personalidad. Teorías de los Rasgos y Tipos. Agosto 1978,  p. 56.
[11] Ibid., p. 63- 65.
[12] Webber, Ross A.  La Lucha Contra la Procrastinación.  La Administración de el Tiempo.  1995, p.  71 - 73.
[13] Pélicier, Ives Alonso Fernandez Francisco.  Op.  Cit.   Tomo VI.   p. 229.
[14] Ibid, p. 78. 
[15] Davidoff, L. Linda. Introducciín a la Psicología.  Teoría de los Biotipos. De William Sheldon. 2a edición . Mc- Grau Hill de México S.A. Sept. 1984, p.  530.
[16] Manual de Historia de Colombia. Tomo I. Instituto Colombiano de Cultura. Segunda edición 1982 , p.  387.
[17] Van Dersal.  Supervisión  de Oficinas Públicas y Empresas. México,  Talleres Gráficos Toledo S.A. 1963,  p. 8.
[18] Pélicier,  Ives. Alonso Fernandez Francisco.  Op. Cit.  p. 79.
[19] Obid,
[20] Odiorne, S George.  Administración de Personal El Conflicto Organizativo. Capítulo 16, 1977, p.  93.
[21] Ibid, p.  97
[22] Pélicier, Ives Alonso Fernandez Francisco. Op. Cit.  p. 79.
[23] Odiorne, S. George.  Op. Cit.  p.  97.
[24] Ibid.
[25] Cruz Santos, Abel . La Administración Pública vista por dentro. En :   Revista Pan No.9 de 1936, p. 61.